“Sólo la praxis define qué tan feminista eres”: los hombres en la lucha feminista

El pasado 23 de mayo retomamos el trabajo de la Mesa Feminista de la FES Chile, espacio de diálogo en torno a la igualdad de género con mujeres representantes de diversas organizaciones y generaciones. El tema que convocó esta cita es la presencia de los hombres en la lucha feminista, la posición desde la que se ubican en dicho espacio y las acciones que pueden realizar para articular el trabajo realizado desde el ala de las mujeres.

La sesión, más que expositiva, fue de discusión entre las participantes de la Mesa y los invitados: Francisco Aguayo, director de EME, Masculinidades y Equidad de Género; Sebastián Bravo, miembro de la Asamblea Antipatriarcal de Varones, y César Henríquez, por parte de la agrupación Hombres Tejedores. Este debate abrió muchas reflexiones interesantes que deben ser relevadas, sobre todo considerando la efervescencia del movimiento feminista hoy.

Al inicio se constata que el tema de los hombres y el feminismo es “un campo lleno de contradicciones” y que por lo tanto prefieren la categoría de “aliados” para dar una señal de “preocupación y sintonía” e insertarse en el movimiento feminista con “sutileza y con respeto”.

Cuando se hace la pregunta acerca de la posibilidad de que existan “hombres feministas”, César, desde Hombres Tejedores, comenta que su activismo parte desde su experiencia personal, “viendo a las mujeres parar la olla y criar a sus hijos”. Por su parte, Francisco, de EME, asegura que “siempre se ha sentido feminista, pero es una categoría en disputa, porque es un movimiento de mujeres.” En la línea de esa disputa, Sebastián afirma, desde la Asamblea Antipatriarcal de Varones, que les “interesa estar en sintonía, más que pertenecer a una identidad.” Esto, porque “no es posible que un hombre sea feminista, pues se reproduce el privilegio del hombre organizado.”

Respecto de la forma en que se representa la categoría en cuestión, tanto en lo público como privado, existen también matices. Aguayo manifiesta que les “importa que haya desde igualdad en los salarios, hasta que los hombres pasen más tiempo con sus hijos”, porque dicha igualdad debe estar presente “en todo tipo de prácticas.” Sumado a lo anterior, Bravo sostiene que “sólo la praxis define qué tan feminista eres. Y eso lo definen las compañeras y el tiempo, con cierta distancia.” En concreto, Henríquez agrega que es importante “trabajar con colegios, buscando introducir este tema en las mallas curriculares”, poniendo el énfasis en el quehacer feminista.

Luego de largo rato de debate, Francisco comenta sobre la participación de EME en el programa Chile Crece Contigo y la paternidad en general, exponiendo que “a la derecha le acomoda este discurso, pero hay que hacerlo más complejo, fuera del modelo de familia biparental heterosexual.” En esa misma línea, Sebastián reflexiona sobre el público objetivo de la transformación en el feminismo. Desde la Asamblea Antipatriarcal de Varones, no quieren “liberar al hombre de élite del machismo, sino transformar a quienes están en el mundo del trabajo, desde las bases.”

Por supuesto, las participantes de la mesa se sumaron a opinar sobre el tema, concluyendo que “hay que darle la posibilidad a los hombres de ser feministas, más que declararse. Son un aporte y no debemos satanizar nuestra lucha.”