Asamblea Constituyente como respuesta - Legitimidad del sistema político

La FES, la Fundación Chile 21, la Asociación Chilena de Ciencia Política, Marca AC y la Universidad Central coorganizaron el evento “Asamblea Constituyente como respuesta” para abrir la discusión sobre el problema de la legitimidad de la Constitución chilena desde la perspectiva de un actor que continuamente se enfrenta al problema constitucional materializado en temas ambientales. ¿De qué manera la práctica política e institucional desarrollada bajo el alero de nuestra Constitución contribuye a generar un estado de conflictividad de esta magnitud? ¿Por qué ciertos intereses (públicos) parecen continuamente estar subrepresentados? ¿De qué manera logra sostenerse un modelo de desarrollo extractivista que sitúa las externalidades de la producción en las comunidades locales? ¿Bajo qué régimen se encuentran nuestros recursos naturales? Estas fueron algunas preguntas que guiaron la conversación sobre la legitimidad de nuestra Constitución sobre todo en el área ambiental. Expusieron Claudia Dides, presidenta de MILES Chile; Juan Pablo Orrego, presidente de ONG Ecosistemas; Marcela Ríos del PNUD y Leonardo Soto, diputado del Partido Socialista.

Nuestra Constitución Política de la República adolece de un déficit de legitimidad en su origen: fue instaurada durante la dictadura, un momento de anomalía institucional. Sin embargo, múltiples constituciones alrededor del mundo son fruto de períodos históricos similares. Entre ellas, la misma Constitución alemana de 1949, o la Constitución Política de la República de Chile de 1925. La pregunta entonces es en qué difiere la Constitución de 1980 que no la ha hecho apropiable para la ciudadanía, ni para desarrollar una práctica política democrática bajo su alero.

Desde una perspectiva de legitimidad, la Constitucón se ve duramente cuestionada. Los ciudadanos perciben al sistema político y jurídico “a las instituciones” como entes distantes y que poco ayudan a la vida cotidiana: se ha conceptualizado como “malestar” la sensación de que existe una continua sensación de abuso de élites de diverso tipo sobre el ciudadano común. En distintos ámbitos de la vida, este elemento se expresa: la dificultad para la legalización del aborto en ciertas causales, la dificultad para instaurar gratuidad en la educación superior y un largo etcétera. Quizás, uno de los ámbitos donde esto se expresa más claramente es en el ámbito ambiental: a lo largo del país existen múltiples zonas de alta conflictividad, zonas de sacrificio, problemas que carecen de una solución justa en términos ambientales y sociales.